El Cuento Volador II Ed.

3 de octubre. CEIP San Vicente de Faura 1ºA
Desde el fondo del pasillo se oían sonidos diferentes, trompeta, clarinete, saxofón, platillos, tambores….

¡Qué alegría! Una banda de música se estaba acercando a nuestra clase. Todos nos acercamos a las ventanas de la clase para ver y oír a aquella maravillosa banda.

Pero todos nos preguntábamos qué hacían aquellos músicos en nuestro colegio, ¿se habrían confundido pensando que era el día de la fiesta mayor?
Bob con un poco de atrevimiento se acercó al abanderado de aquella banda y le preguntó:

-¿Qué hace una banda como la vuestra en el colegio de la entrada de mil colores?

Y el abanderado contestó:

– Venimos a enseñaros nuestro arte y a proponeros que os vengais con nosotros a estudiar música.

Tendreis que elegir un instrumento.

Todos los niños y los caracoles se mostraron entusiasmados.
– ¡Yo tocaré la trompeta!
– ¡Yo tocaré el clarinete!
– ¡Yo, el contrabajo!

Todos se animaron a formar parte de aquella maravillosa banda.
A partir del día siguiente estudiarían solfeo e instrumento, practicarían todos los días para poder tocar pasodobles y serenatas.
Pasados varios meses de concienzudo estudio, la banda estaba ya preparada para dar su primer pequeño concierto.
El colegio iluminó con bombillas de colores su entrada del arco iris, colgaron farolillos y serpentinas y colocaron las sillas en hileras horizontales.
Todo estaba preparado para dar el primer concierto.
Arenita, Tarta de fresa, Botas, Bob, Spiderman, Dora, Gormiti, Chum Chum, Isolino aparecieron vestidos con sus uniformes de músicos, uniformes elegantes, y el público fue llenando la sala.
Todos acudieron con sus mejores galas.
La ocasión lo merecía.
Todo está preparado y la fiesta va a empezar.

5 de octubre de 2011. Sek Alborán. 3º Ed. Infantil

Era la fiesta de bienvenida al nuevo curso, ¡qué emoción!; iban a tocar música de nuestros dibujos animados favoritos, como la de Caillou, HelloKitty, Little Einstein…
Cuando por fin todos nos sentamos y nos callamos, empezó la música y…¿qué pasa?…¡aquel concierto era un poco extraño! De todos los instrumentos, además de la melodía, salían unas burbujas de colores preciosas…de la trompeta salían burbujas naranjas, de la tuba, rosas; del saxofón, burbujas celestes, del piano, burbujas moradas…y así con todos los instrumentos.
Había millones por toda la sala y entonces ocurrió algo que no olvidaremos jamás…las burbujas empezaron a mezclarse y a unirse unas con otras y cada vez se hacían más grandes; en unos segundos vimos como todas ellas se transformaban en una sola pompa gigante y multicolor. Estábamos tan impresionados que no podíamos ni hablar.
La burbuja enorme que volaba sobre nosotros, empezó a perder altura hasta que nos envolvió a todos los que, casi sin poder ni respirar, tuvimos la suerte de estar allí aquel día. ¡Estábamos dentro de la pompa!…y ¡empezamos a movernos con ella, nos elevábamos, íbamos hacia la gran ventana de la sala! Todo ocurría tan rápido, ¡sí, sí, nos vamos, estamos volando…a dónde nos llevaría!

10 de octubre de 2011 CEIP San Juan Bautista Carbonero El Mayor. 4 años.

Y de repente… ¡¡Plof!!. “Aaaaaaaaahhh!!”. “¿Qué pasa?”. “Ha explotado la burbuja!!” Dijo asustado Isolino. “Agárrate a mi cuerno izquierdo Botas, que estamos cayendooooo…”
“¿Estáis todos bien?” Alzó la voz Gormiti. Era el caracol que más veces había visto caer las hojas en otoño, y cuidaba en la retaguardia de los demás.
“Sí, yo estoy bien. “ “Yo también.” “ Y yo, pero….¿Dónde estamos?”. De repente se dieron cuenta que habían caído en un barril de…Gominolas!!.
“Madre mía, que suerte hemos tenido”, meditaba Dora.” Yuhuuu!!!, nos vamos a poner las botas!!”.
“No había otra expresión”, espetó el pequeño caracol al que se refería Dora.
Gormiti, como de costumbre, volvió a poner orden. “A ver, amigos míos. No tenéis que llenaros la tripa como si nunca hubieseis comido. Coged ahora un par de gominolas o tres y guardad dentro del caparazón alguna por si más adelante os entra el hambre.”
Spiderman era uno de los caracoles más jóvenes, pero su corta edad no le privaba de ser un verdadero “comelotodo”. Al oír a Gormiti, frunció el ceño y pensó…” Tiene razón. Recórcholis!!”
Estaban tan entusiasmados con aquel sabor tan dulce, que no se dieron cuenta que Arenita estaba separada del resto y con la cara muy tristona. Al verla, fueron todos reptando a la velocidad del rayo. “¿Qué te pasa Arenita?”. La pobre, con una vocecilla, murmurando, les dijo a los demás que a ella no le gustaban las gominolas.
Nada más oírlo, Isolino pegó un fuerte silbido…”¡¡Esto no puede ser chicos!!. Vámonos a buscar una galleta para Arenita.”
Y así, poco a poco, fueron bajando por el barril en busca de la sonrisa de Arenita, y de alguna que otra aventura…

17 de octubre de 2011. Colegio Bilingüe Concertado Los Tilos. Alumnas de 6º Primaria

Arenita está triste porque todos sus amigos han probado las gominolas menos ella. No pueden consentir que una amiga esté triste y deciden solucionarlo.
Empieza a hacer calor, las gominolas que quedaban se derriten convirtiéndose en un líquido pegajoso de múltiples colores.
No salen de su asombro, cuando ven que ese líquido pastoso y multicolor se ha convertido en un arco iris de enorme belleza.
Piensan en viajar en el tiempo a través del arco iris, pero necesitan un conjuro que les pueda transportar. Después de mucho pensar ¡ya tienen la solución!
Todos juntos repiten las siguientes palabras mágicas:
-“Lola Pirindola llévanos al país de la Galletola”.
En menos de 10 segundos todos nuestros amigos se encuentran en Galletolandia en al año 3.013. ¡Están en el futuro! ¿Cómo serán sus habitantes? ¿Cómo será su forma de vida? ¿De qué manera habrán evolucionado?
En este país viven muchos habitantes, pero casi ni se les nota, no se ve a nadie paseando por la calle, ni a niños jugando en los parques, ni ancianos sentados en los bancos de las aceras. En el ambiente hay una tremenda tristeza.
Nuestros amigos están sorprendidos. Se encuentran en el futuro y sus habitantes parece que no son felices, no saben lo que es sentir la felicidad y compartirla con los demás y ellos disfrutan de ella cada día.
Esta situación es tan preocupante que a Arenita le parece que estar triste porque no le gustan las gominolas es una auténtica bobada.
Isolino, que es muy listo y con muchos recursos, propone al presidente de Galletolandia volver a poner en funcionamiento la antigua fábrica de galletas elaborándolas con una receta muy especial.
Ingredientes:
1 pizca de dulzura.
5 gotas de amistad
1 puñado de sonrisas.
¼ Kg de paciencia.
1 tacita de besos.
Y toda tu voluntad
Comienzan a fabricar las galletas y a repartirlas a toda la población, al principio el efecto es muy leve, pero al poco tiempo…
El profesor sonríe a sus alumnos.
El policía tiene paciencia con peatones y conductores.
Los amigos solucionan sus problemas dialogando.
Los que más tienen comparten con quienes lo necesitan….
¡Es maravilloso! Nuestros amigos están felices ya pueden volver a su mundo, a su tiempo, nunca más se pondrán tristes por cosas sin importancia, han aprendido lo maravilloso que es ser feliz.
Isolino está deseando ver a Lola para contarle lo ocurrido pero…. Funcionará el conjuro para volver a casa…

19 de octubre de 2011. Sek Atlántico 3º EP.

Nuestros amigos dijeron el conjuro de vuelta:
-Lola Pirindola, llevanos de vuelta a nuestra casola…
Y, el conjuro funciono… pero… no llegaron a casa. ¿A dónde llegaron?, aparecieron en un gran valle, era muy bonito, pero oyeron un sonido extraño…
De repente vieron pasar a un grupo de ¡cavernícolas!, estaban vestidos con pieles de animales y corrían dando gritos y llevando en sus manos mazos de madera y piedras. De repente Isolino gritó: -corred, corred, ¡que viene un Tiranosaurios Rex.
¡Habían llegado a la era de los dinosaurios! Corrieron detrás de los cavernícolas y se metieron con ellos en una caverna. Los cavernícolas miraron para ellos con asombro, y empezaron a tocar la ropa y el pelo de Lola. Ella se presentó y también presentó a Isolino. Les contó todo lo que habían pasado y los cavernícolas le dijeron que podían pasar la noche allí. Encendieron una hoguera e Isolino se escapó a una esquina de la caverna, donde había una gotera, para poder estar mojadito y no secarse. Al encederse el fuego, Lola vio asombrada unos dibujos de animales y hombres cazando, eran espléndidos. Los cavernícolas les explicaron que los hacían con barro, piedras, carbón y sangre de animales. Se hicieron muy amigos y Lola e Isolino les contaron historias del futuro al lado del fuego. A la mañana siguiente les ayudaron a preparar trampas para los dinosurios y ellos los llevaron a donde pacían los dinosurios más tranquilos y mansos y les ensañaron a montar en ellos. ¡Se lo pasaron pipa! Isolino y Lola decidieron que había que volver, pero cambiaron un poco el conjuro y dijeron… ¡Lola Pirindola ponte tus pantuflas y de vuelta a casa a comer chulas! Y, magia, aparecieron sentados en casa y su abuela estaba preparando unas ricas chulas de carnaval para merendar.
Se pusieron a ver la tele y empezaron a reir con esta noticia: ¡se ha descubierto una cueva con unas raras pinturas prehistóricas: una niña de pelo azul y un caracol montandos en un dinosaurio!

24 de octubre de 2011. Escuela Infantil La Cabaña del Sarantontón. San Cristóbal de La Laguna.

Lola Pirindola se quedó sorprendida por lo de la cueva con las pinturas y no podía dormir, entonces le comentó a Isolino ¡Creo que pasa algo, tal vez deberíamos ir al jardín y hablar con el sarantontón! Debemos ir cuanto antes pero hay que coger la mochila de las excursiones porque creo que nos espera una excursión de varios días.
Corre, corre mete dentro una linterna, unas gafas de bucear, unas aletas y me viene a la mente que pongas un traje de buceo.
De camino al jardín escuchamos unos pasos ¿quién está ahí? Una voz ronca dijo:
-Soy yo “Chorizo”.
-¡Hola gato! siempre nos asustas. Estamos buscando a Sarantontón porque algo sucede y debemos ayudar.
-Creo que sí -respondió Chorizo- Vi a Sarantontón muy nervioso caminando de un lado a otro al lado del arroyo de los colores.
Cuando llegamos Sarantontón nos dijo:
– ¡Por fín están aquí! Tenemos una misión importante mi ordenador Raimundo me dice que tienen que trasladarse por el túnel espacial porque un acontecimiento está sucediendo en algún lugar del mundo y deben traer noticias, así que tienen que sentarse inmediatamente en la silla de cinco patas y serán transportados.
-¿A dónde vamos?
-A la Restinga .
-¿Dónde está eso?
-En la Isla del Hierro
-¡Interesante!
De repente empezaron a salir burbujas de colores, oímos un fuerte ruido y nos dormimos, al despertar estábamos en una cueva oscura con una pequeña hoguera que iluminaba unos grandes lagartos pintados en rojo sobre las paredes de la cueva, al despertar e incorporarnos oímos un rugido, la tierra comenzó a moverse y las piedras caían del techo, corrimos hasta llegar a la salida y vimos que estábamos junto a una montaña , una luna brillaba en el cielo, pero que extraño es de color rojo, decidimos subir la montaña , tardamos un poco porque Isolino va despacio, al llegar a la cima nos quedamos sorprendidos , debajo estaba el mar y en el medio una columna de fuego ¿Qué es eso? Parece un volcán pero está en el medio del mar contestó lola. De repente una voz surgió en la oscuridad y salió un hombre musculoso , moreno con un palo en la mano ¿Quién es usted? ¿Qué está sucediendo? Soy un Bimbache, lo que sucede es que está naciendo una isla y estáis aquí para contárselo al mundo y porque Lola y tu seréis los encargados de poner nombre a ésta isla que ha surgido del fondo del mar junto al Hierro. Los dos nos miramos y nos quedamos atónitos, de repente la tierra comenzó a temblar y…..

26 de octubre de 2011. E.I.Casal

¡Oooh! ¡Fuegos artificiales! Lola Pirindola e Isolino permanecían atentos y asombrados pues nunca antes habían visto tantos efectos de luces y colores. ¡Pum! Sshhhhh ¡pam! qué espectáculo. Y tras la traca final, ¡chas! Una niebla espesa bajaba y al mismo tiempo comenzó a aparecer una isla enorme con forma de bola. Pronto descubrieron que no era una isla cualquiera, tenía algo especial que la diferenciaba del resto. Esta gran bola estaba unida a la isla de Hierro a través de firmes cabos que si se soltaban, permitían a la nueva isla navegar como un barco. Ya tenían decidido el nombre que le darían: “La Isla Viajera”.
Juntos decidieron visitar la isla. Al adentrarse se encontraron con la sorpresa de que a bordo habitaban los pezniños; tenían cuerpo de niño y cara de pez. Los pezniños estaban muy contentos celebrando la aparición de su isla mágica, con una fiesta de golosinas, cantajuegos y su bebida preferida, el “cocomoto”. Tras saludarles, Lola e Isolino fueron invitados a unirse con ellos a la fiesta. Todos se lo estaban pasando chachi piruli.
De pronto Lola se acordó de que tenían una misión: debían de contar lo sucedido. Entonces, planearon hacer una travesía dando la vuelta al mundo, con el propósito de ir enseñando la nueva isla y su peculiar tripulación por todos los países, con la intención de regresar de nuevo junto a la isla de Hierro, tras finalizar la singladura.
Al día siguiente, Lola e Isolino, que ya conocían las condiciones que impone la vida marinera, se prepararon para zarpar y soltaron los cabos de Isla Viajera. ¡A navegar! y emprendieron la aventura rumbo al océano Atlántico. Isolino, que fue nombrado capitán de la Isla Viajera, estaba inquieto pues esa misma noche había tenido un sueño insistente. Así que, Isolino, con mucha seguridad decide reunir a toda la tripulación y contar su visión: “En esta isla hay un tesoro misterioso repleto de juegos, un loro, una brújula y mucho más!” He soñado con ello y sé que es posible encontrarlo porque en el corazón de la isla está escondido un mapa, dentro del coco del platanero. En ese momento, uno de los pezniños, añadió: “¡Todo lo que necesitamos saber es la ruta del mapa del tesoro!” y está allí, en el corazón. Para descubrirlo basta con que aprendamos a mirar. Al atardecer, comenzaron a explorar la isla de sur a norte y de oeste a este. Pero de repente… A barlovento nubes de papel de muchos colores comienzan a aparecer, ¡se avecina una tormenta! y de pronto…

(Aquí os dejamos un mapa de la isla por si alguien se atreve a buscar el tesoro)

2 de noviembre de 2011. Escuela Infantil Maestro José Cerezal 2-3 años.

Las nubes de papel de colores que aparecieron a lo lejos se acercaban más y más a nuestros viajeros, ¡pero lo que todos esperaban que fuera una tormenta, se transformó en una lluvia de mil amores, con agua de sabores, y que cuando las gotas tocaban la tierra de la isla, emergían, de ella flores que se transformaban en caramelos, zumos, bocadillos de mortadela, galletas etc Todos empezaron a beber y comer ya que pensaban que les iba a hacer falta para encontrar la ruta del tesoro.
La tormenta pasó por encima de ellos. Todo se despejó menos una nube de papel con forma de barco y de color rojo que se quedó anclada en lo alto de una montaña que divisaban a lo lejos.
Tanto tiempo pasaron andando y andando buscando el tesoro, recorriendo el camino que iba por la ladera de esa montaña tan alta de la Isla Vajera, ¡ iban tan cansados, tan cansados ¡, y ¡sobre todo tan hambrientos! que no hacían más que acordarse de la gran y rica tormenta y de todos los manjares que habían probado en tan ardua aventura.
Pero de repente ¡ pim, pam, pun, plisplus carabussssssss!!!!! , apareció un mago-pirata delante de todos ellos. Isolino, corrió presuroso ante aquel personaje tan fantástico, que no sabia si venía en buen o mal plan; y éste le preguntó:
-Señor, ¿cómo nos ha dado este susto de muerte?
-Mi nombre es Vasubian, que ni me porto bien ni me porto mal, y soy el mago-pirata de esta isla ,pero tranquilos que os llevo vigilando desde mi montaña desde que empezasteis vuestro camino para encontrar el tesoro.
-Entonces, ¿nos ayudará? –contestaron alegremente Lola justo con los pezniños.
El mago–pirata les sonrió y les mostró su mano llena de pegatinas de colores con forma de corazón, todas y cada una de ellas tenia un escrito.
“Quien coja esta pegatina y se la ponga en el corazón, será mago de por vida; surcando los mares, explorando tierras y disfrutará de miles aventuras”.

Todos se quedaron asombrados de aquel precioso regalo, que con tanto agrado les ofrecía el mago-pirata. Se miraban unos a otros perplejos leyendo lo que ponía en la pegatina, y según se las iban colocando en su pecho, iban comprendiendo que habían encontrado el tesoro.
Lola, dando saltos de alegría, se abrazó al mago-pirata y con un gran abrazo le dio las gracias, pero Vasubian, simplemente le dijo:

-Lola no he hecho nada, sólo recordaros que no existe ni buena ni mala pata, que sois geniales, y que os animo a que sigáis vuestra aventura, y para ello os presto mi barco rojo de papel y este gran baúl lleno de pegatinas para que repartáis a todos los que os encontréis.
Todos se subieron al barco, poniendo rumbo a…

7 de noviembre de 2011. Escuela Infantil Casal. Aula 1 año.

Rumbo al oeste con el fin de pasar un día divertido navegando alrededor de la Isla Viajera, sin alejarse muchas millas de la costa. Llegaron a alcanzar una velocidad de 8 nudos a bordo del barco de papel. En una virada, Isolino, que se encontraba en la popa detectó un movimiento extraño en el agua. Así que llamó a Lola Pirindola y a la tripulación de pezniños y éstos ante la voz de alarma, se acercaron asustados a ver qué ocurría.
De pronto el miedo les invadió, pues eran tiburones que estaban rodeando el barco. ¿Qué hacemos? se preguntaban, pero cuando estaban en este punto de incertidumbre, un ruido sonó por estribor. Todos se volvieron rápidamente y vieron con asombro a una tortuga marina montada en la aleta de un tiburón. No temáis, les dijo la tortuga desde el agua, me llamo Turti y ellos son mis amigos, añadió. Queremos enseñaros dónde vivimos en el fondo marino y yo seré vuestro guía.
¡Vamos a darnos un chapuzón! Dijo la tripulación de pezniños. A Lola e Isolino también les pareció buena idea hacer submarinismo con Turti y sus amigos para descubrir buceando un mundo totalmente desconocido para ellos. Así, hicieron una inmersión hacia las grandes profundidades del océano y entre tanta oscuridad se asombraron al descubrir bancos de peces muy brillantes. Bucearon entre el calamar colosal, el pulpo dumbo y multitud de animales acuáticos luminosos que nadaban en el mar.
Turti les enseñó las casas blancas donde ella vivía. ¡Son arrecifes de coral! Dijo Lola Pirindola impresionada. Tenían jardines con algas gigantes multicolores y un refugio donde se encontraba el vigilante de los arrecifes: el señor Púa, era un erizo de mar muy simpático, que también se encargaba de lanzar a la superficie a los visitantes que finalizaban su recorrido.
Lola, Isolino y la tripulación de pezniños merendaron junto con Turti y sus nuevos amigos pasteles marinos que estaban de rechupete. Estaban experimentando muchas sensaciones nuevas y de pronto, un pezniño anunció: ¡Mirad! El barco rojo de papel, ¡se está hundiendo! y el baúl con las pegatinas, ¿y ahora qué?
Isolino, con la paciencia que le caracterizaba respondió: no os preocupéis, los barcos de papel dejan de flotar si les entra una ola en alta mar y por eso ha naufragado. “Yo me encargaré de rescatar el baúl”, agregó. Pero se dio cuenta enseguida que tenían que salir pronto del agua para no alejarse mucho de la Isla Viajera. Decidieron hacer una cocola para repartir pegatinas a los nuevos amigos del mar y despedirse de Turti y Púa. El erizo Púa fue quien muy amablemente les llevó hacia la superficie del océano.
Iremos nadando hasta la Isla Viajera, dijo Lola Pirindola. ¡Mirad! El faro de la Isla Viajera. Eso indica que estaremos sólo a unas 3 millas de la costa. ”Nadando a crol llegaremos pronto a la Isla. Hagamos una carrera, a ver quién llega antes” dijo un pezniño. Tras avanzar sobre el agua moviendo sin parar los brazos, Lola llegó la primera a la orilla y se encontró algo que brillaba. ¡Es una ostra con una perla en su interior! emitía destellos de luz y pensó…

9 de noviembre de 2011 Colegio Virgen del Rosario de Torrente. 6º Primaria.

… que nunca había visto nada tan hermoso.
Cogió la perla con mucho cuidado y la dejó en la palma de su mano, no podía quitar los ojos de ella. Le pasó el dedo índice y le embargó la sensación de que la perla tenía vida propia.
En pocos minutos, Isolino y los pezniños, se encontraron a su lado mirando con la boca abierta los destellos de luz y el brillo que despedía la perla.
Una fuerte sacudida de la isla les hizo volver a la realidad, si habían decidido dar la vuelta al mundo para enseñar la maravillosa isla no podían perder tiempo, lo malo es que no sabían que rumbo tomar, además, todas las pegatinas en forma de corazón que les había regalado Vasubian, el mago pirata que ni se porta bien ni se porta mal, se las habían dado a Turti, Púa y a los amigos que habían hecho en el fondo del mar y no se les ocurría que regalo podrían llevar para los nuevos amigos que seguro encontrarían en cada puerto.
Además, no tenían ni idea de cómo se manejaba una isla para que navegara como un barco.
Lola seguía acariciando la perla, que bajo su dedo se deslizaba suavemente por la palma de su mano en todas las direcciones mientras la isla continuaba dando pequeñas sacudidas.
Isolino, dio un grito tan fuerte que hizo que las cabezas de Lola y de los pezniños se volvieran hacia él poniendo su mejor cara de asombro con los ojos y la boca muy abiertos.
-¡¡La isla se mueveeeeee!!
-¡¡Vaya descubrimiento!! Dijeron todos los pezniños a coro.
-Peroooooo ¡no os dais cuenta! la isla sigue el movimiento de la perla, si ella va hacia el dedo pulgar, la isla navega hacia la izquierda y si lo hace hacia el dedo meñiqueeeeeeeeee…
Isolino se quedó con la palabra en la boca porque la isla había dado una fuerte sacudida hacia la derecha que hizo que todos perdieran el equilibrio y acabaran amontonados en el suelo.
Lola, con los ojos muy abiertos, empezó a mover la perla con mucha rapidez por la palma de su mano y la isla empezó a estremecerse contagiada del ritmo frenético de la perla.
-¡¡Paraaa, para… que nos mareamos!! Gritaban los pezniños.
La isla dejo el baile San Vito cuando Lola apretó la mano y la perla se quedó quieta entre sus dedos.
Poco duró la tranquilidad, la perla, sin que nadie la tocara, empezó a deslizarse por la palma de la mano de Lola, lo asombroso es que la Isla le obedecía siguiendo su movimiento hasta que llegó a una playa de la isla de Hierro y se quedó varada en la arena.
-¡¡Es mágica!! La perla nos ayudará en nuestro viaje.
Entre voces y risas todos los pezniños empezaron una actividad frenética para preparar su gran aventura: unos llenaban barriles de “cocomoto” para cuando tuvieran sed; otros preparaban cajas y más cajas de “lasnomigo”, gominolas que saben al revés, para calmar el hambre (son saladísimaaaaaas); llenaron un cajón de conchas y corales de colores que sacaron del fondo del mar; también hicieron con una moderna cámara digital muchas fotografías de la isla de Hierro y de los maravillosos colores verdes que tenía el agua que hervía por la actividad del volcán submarino, así, en todos los puertos en los que atracaran podrían mostrar el lugar donde había surgido la extraña Isla Viajera.
Al cabo de unas horas suspiraron satisfechos, tenían todo lo necesario para emprender su viaje.
En la isla de Hierro decenas de personas que se habían congregado para seguir con cierto temor la actividad del volcán, les saludaron moviendo al aire sus pañuelos.
Lola, abrió la mano y la perla, que parecía muy contenta porque brillaba de una manera especial, se movió hacia el extremo de sus dedos marcando el rumbo que iban a tomar.
Cuando la Isla viajera empezó a moverse, Lola, se dio cuenta de que había encontrado el tesoro, o al menos el mejor tesoro que nadie podía tener: buenos amigos (de los que saben a chocolate) y la ilusión de emprender una maravillosa aventura juntos.
Unas nubes se abrieron en el cielo y dejaron escapar la luz de los últimos rayos de sol, llegaba la noche y …

21 de noviembre de 2011. Iale School. Aula de Infantil, 5 años.

De repente, en mitad de la noche, en lo alto del cielo vieron una luz que se encendía y se apagaba, parecía un faro ¿qué será eso se preguntaron? Para averiguarlo, decidieron usar un nuevo vehículo mágico y subirse en el “cohetobarcauto” , Lola dijo: Isolino coge la perla y a los pezniños cargad naranjas, por si se nos acababa el combustible y tenemos que exprimir zumo para llenar el depósito de nuestro supervehículo. Volando a toda velocidad se digirieron hacia la luz intermitente.
¡Oooh, era Catalina la luna que con el guiño de su ojo derecho les estaba guiando hacia una nueva aventura.
Pronto llegaron hasta ella, ¡buenas noches Catalina! dijo Lola, Isolino dio un gran redoble con sus baquetas, los pezniños estaban inquietos. ¿Para qué nos necesitas?
Ella les contesto: se que estáis viajando en busca de tesoros y estáis encontrando muchos en vuestro planeta tierra, me gustaría que dieseis una vuelta por mi galaxia y visitéis algun planeta. Aquí al lado está Venus que es él está a mi lado por las noches y es el que más brilla, creo que podéis empezar por él y ya me contaréis.
Todos montaron en el “cohetobarcauto” y se dirigieron a Venus, en el encontraron un tesoro de muchos colores y muy brillante. Eran montañas y montañas de purpurina. Cada pezniño cogió un montón diferente y lo fueron poniendo en la mochila de Isolino. Al sacar la perla para hacer sitió, vio que esta ya no tenía poderes, la guardaré para cuando estemos de vuelta en la tierra.
De repente se escucho un zumbido ZUUUUUIIII, era una estrella fugaz que se puso delante de ellos y con su cola en forma de mano les hacía señas para que la siguiesen. De nuevo en su supervehículo fueron tras ella y llegaron a Saturno.
Allí tuvieron un gran recibimiento, sus habitantes les esperaban , eran “Los saturninos y las saturninas hipermegagalacticos.
Sabemos porque venís, les dijeron, nuestra amiga Catalina nos ha mandado un SMS. Nosotros también queremos colaborar con regalos y tesoros como los habitantes de la tierra. En estos cofres hemos puestos “anillos siderales”, sus metales y piedras preciosas no se conocen en la Tierra.
“Se nos está haciendo tarde” dijo Lola hemos de volver, pero antes pasaremos a despedirnos de Catalina.
Al verlos llegar La Luna les pregunto ¿Qué tesoros y regalos lleváis? Los pezniños le enseñaron la purpurina de muchos colores, con ella que decoraremos las montañas de la Isla Viajera, quedará preciosa y mucha gente querrá visitarla, se llenará de turistas. Isolino con calma y tranquilidad, pero muy emocionado, mostro los “anillos siderales”, con ellos haremos un mercadillo solidario, con los fondos que saquemos ayudaremos a sus habitantes
Catalina se emocionó, por todo lo que habían conseguido. Lola, quiso saber cómo llegar a la tierra, La Luna le dijo tenéis que buscar El Planeta Azul como tu pelo y estaréis de vuelta en casa. ¡Atención pezeniños, necesitamos combustible , exprimir naranjas y llenar el depósito de nuestro cohetobarcauto” hemos de partir.
Tras un precioso viaje entre estrellas y planetas, aterrizaron en una tranquila playa, la perla que llevaba Isolino comenzó a moverse y…

23 de noviembre de 2011. Escuela Infantil Casal. Aula 2 años

P
ronunció las siguientes palabras: ¡Buongiorno a tutti!. Toda la tripulación se quedó atónita, pues no sabían que la perla hablase. Un pezniño dijo: ¡Recórcholis! ¿de dónde eres?, no hablas nuestro idioma”. La perla, se presentó y dijo: “Buenos días a todos, mi nombre es “Perlitimone”, el recorrido por la Vía Láctea me ha dado poderes y entre ellos, me ha dado el poder de hablar. Además soy bilingüe, hablo italiano y castellano. Si teneis ilusión, os enseñaré a hablar italiano en vuestro viaje“. Los pezniños se alborotaron muy contentos por aprender y dijeron al unísono: ¡Siiiiii, qué bien!. La perla, continuó hablando: “Y ahora, os propongo que os divirtáis, poniendo los adornos navideños mientras yo os dirijo al puerto elegido, porque también tengo el poder de gobernar el timón de la Isla”. Isolino dijo: “Iremos hasta Pernambuco, en América del Sur, ese será nuestro primer destino”. La tripulación estaba deseando descubrir América.
“¡No podemos perder tiempo!”, dijo Lola Pirindola. Ya llega la Navidad, debemos empezar a decorar la Isla Viajera cuanto antes. Cogieron la cacajú de la navidad y comenzaron a espolvorear purpurina por las montañas de la Isla, a continuación decoraron los abetos de navidad con bolas, pintaron figuritas y montaron un belén entre todos. Todos sabían que ésta sería la nueva atracción de la Isla Viajera junto con el mercadillo sideral, en Pernambuco.
De pronto, comenzaron a caer copos de nieve y la Isla blanquita estaba muy bonita. Lola e Isolino enseñaron a los pezniños cómo hacer un muñeco de nieve. Primero hicieron una magnífica bola blanca, después un pezniño empezó a rodar sobre la nieve y se formó otra bola enooorme que colocaron encima de la anterior. Como acabado le pusieron: ojos de turrón, polvorones en la boca, una zanahoria en la nariz, una capucha en la cabeza y un chubasquero impermeable para que no se mojara si chispeaba. ¡Quedó un muñeco chachi piruli!. Estuvieron todo el día jugando y tirándose bolas de nieve unos a otros.
Pero “¿Qué es eso?” dijo Isolino. Todos vieron caer una estrella fugaz, y Lola Pirindola les dijo a la tripulación: “Cerrad los ojos y pedid un deseo, porque si vuestro deseo es verdadero, se cumplirá”. Al tiempo que pedían su deseo especial, resonaba una música de fondo: ♫ ♪♫ ¡Fun, fun, fun!. Un pezniño abrió los ojos y dijo: “¡Oohhh, mirad al cielo!”. Estaba volando un trineo de chocolate, conducido por ocho renos del polo Norte…

30 de noviembre de 2011. Grupo Extra niños/as de Lola Pirindola (Este fragmento no participa en el concurso)
Lola se concentró muchísimo porque hacía ya mucho tiempo que tenía un deseo: formar parte del extraordinario mundo del circo.
Cerró los ojos muy fuerte y de pronto: ¡Pataplan! se encontró saltando en una enorme cama elástica con todos los pezniños alrededor. Unos arriba y otros abajo. Isolino daba vueltas y vueltas y a punto estuvo de perder la casa que lleva a cuestas.
-¡Atención, atención, niños y niñas! -Se escuchó en un altavoz-. ¡Pasen y vean al gran circo Pirulineta!
¡No lo puedo creer! -dijo Lola mientras subía y bajaba- ¡Estamos en un circo! ¡Un circo de Navidad!
Todo estaba adornado de rojo y verde y en la puerta del circo, junto a un enanito vestido de Papá Noël había un abeto grandísimo cargado de regalos.
Los pezniños saltaron de la colchoneta al suelo y se acomodaron en los asientos. No se podían perder el espectáculo.
Estuvieron toda la tarde viendo saltar a los trapecistas, riendo con los payasos y animando a los domadores de leones y panteras. Fue un espectáculo genial.
Pero lo mejor, vino cuando se terminó la función: El presentador, el señor Gordifletas, les acompañó a conocer a todos los artistas.
Sé que venís a través del deseo de la estrella fugaz. No estáis aquí por casualidad. Os pido que paséis un tiempo con nosotros porque debemos solucionar el problema del elefante Grandón. -les dijo Gordifletas.
-¿Qué le sucede al elefante Grandón? ¿Cómo podríamos nosotros ayudarle? -le preguntó Lola.
– Os lo diré: Al elefante Grandón…

12 de diciembre de 2011. Sek Atlántico 3º EP.
El elefante Grandón estaba muy triste, se había comido todo el turrón de chocolate y ahora no cogía dentro de su tienda, ¿qué podía hacer?
Lola Pirindola e Isolino se pusieron a pensar, le dijeron, no te preocupes, seguro que si durante cinco días comes verduras y frutas te pones otra vez guapísimo. Además, lo importante no es el aspecto, sino ser un buen elefante. Para poder pasar la noche hablaron con el otro elefante, Panchón y unieron las dos tiendas para que cogieran los dos.
El problema ya estaba solucionado, pero Lola e Isolino querían volver para adornar su jardín de navidad. Dijeron el hechizo mágico y ¡zas! Aparecieron en… Pontevedra. Allí vieron a un grupo de niños que jugaban, pero estaban un poco tristes, en el periódico ponía que los Reyes Magos habían sufrido un accidente, y pensaban que se iban a quedar sin regalos. Lola e Isolino les preguntaron si no tenían ningún juguete y ellos dijeron que muchos… entonces se dieron cuenta de que eran muy afortunados y decidieron ayudar a los que no tenían tantas cosas como ellos para pasar la navidad. ¿Cómo podrían ayudar? Lola e Isolino pensaron que podían montar una función de circo. Todos los niños ensayaron, había trapecistas: Laura, Manuel V., Manuel C. y Maitane, domadores: Alejandra, Marta, Gabriel y Ramón (que estaba muy guapo con su sombrero); payasos muy simpáticos: Roque, Rocío, Julio (que como es de Cádiz tiene mucha guasa) y Davi (que bailaba muy bien la samba) y por último malabaristas: Hugo, Lula (que no paraba de hablar), Javier (muy serio él) y Vitoria (que también bailaba la samba…) y para finalizar la sorpresa final: por el túnel mágico aparecieron Grandón y Panchón y encima de ellos estaban montados Fran, Lucía y Carlos (que tampoco paraba de hablar)…
La función fue un éxito y nuestros amigos llevaron comida y regalos a todos los niños de Pontevedra que no tenían tanto como ellos. Además en el periódico apareció que los Reyes Magos estaban perfectamente, ¡aberroncho! ¡Seguro que por haber sido tan solidarios les iban a traer un montón de regalos! Lola e Isolino se montaron en un trolebús y viajaron a …

14 de diciembre de 2011. CRA Antonio Nebrija de Torresandino 1º EP.

Viajaron al «Pais de los cuentos» donde encontraron una casa que era un cuento y se podía vivir en ella y leerla pasando sus páginas. Lola empezó a leer esa casa que resultó ser el cuento de «Los 3 Reyes Magos», que sabéis que se llaman Melchor, Gaspar y Baltasar, mientras tanto, Isolino estaba por ahí despistado y Lola le dijo:
-¡Isolino! ven corriendo aquí que quizás podamos encontrar a los Reyes Magos aquí dentro.
Como por arte de magia dieron un salto y ¡zas! ya estaban dentro del cuento.
Lo primero que vieron fue pasear a los Reyes Magos y a sus pajes cargados de juguetes, fueron corriendo hasta ellos y les preguntaron si podían hacer magia y llevarlos hasta su casa pues por un montón de aventuras habían acabado allí y no sabían como volver pero ellos les contestaron que en ese momento era imposible porque si no llegaban a tiempo al portal de Belén a llevar los regalos a Jesús perderían sus poderes mágicos.
Así que Lola e Isolino decidieron irse con ellos ¡ale hop! y se subió Lola en un camello.
– ¡Isolino, vamos! no tengas miedo estas Navidades van a ser las más divertidas de mi vida.
– Que no, Lola, que no y que no, que ese animalito está muy alto y tengo miedo.
– O vienes o te subo yo, pero si ya has subido hasta en globo cómo va a darte miedo ahora.
– Vale, vale como eres mi gran amiga te haré caso.
Y así fue como viajaron con los Reyes Magos hasta el portal de Belén.
Una vez allí Lola e Isolino fueron corriendo a ver al niño Jesús, Lola le dio un colgante que tenía e Isolino rebuscó en su caparazón y sacó tres bolitas de caramelo para él, Jesús a cambio les sonrió.
Volvieron a hablar con los Reyes Magos y les dieron algo de su poder para poder volver a casa, ¡había sido un viaje agotador!
Los Reyes Magos les acompañaron hasta su casa a adornar el jardín: pusieron un árbol de Navidad con luces, Isolino se decoró el caparazón y los Reyes Magos las colas de los camellos.
– Ja, ja, ja, menuda decoración más divertida dijo Lola.
Isolino estaba tan cansado que se metió un ratito en su caparazón y los Reyes Magos como estaba decorado lo colgaron del árbol pensando que era un adorno más, qué susto se metió.
Así todos disfrutaron de la llegada de la Navidad pues ya era día 22 de diciembre, estaban demasiado cansados por lo que decidieron irse a descansar, los Reyes Magos decidieron dejarles muuuuchos juguetes por lo bien que lo habían pasado juntos.

19 de diciembre de 2011. Clase Snoopy. CEIP Los Peques.
Después de todas las aventuras pasadas con los RRMM, Isolino y Lola decidieron ir a dormir, pues estaban realmente cansados. Cuando despertaron a la mañana siguiente, comprobaron que como por arte de magia, habían podido salir del cuento. Pero… ¡qué penaaaaaa! Su jardín seguía sin decorar y sin un solo adorno. Isolino se piso muy triste. Lola que era muy positiva e intentaba siempre solucionar todo, pensó: ¡ya lo tengo!!!! ¡vamos a decorar el jardín nosotros mismos!!!!!Cómo?: Dijo Isolino. Muy fácil¡: dijo Lola. Salgamos al jardín¡¡¡¡ corre, corre¡¡¡¡.
Los dos salieron, pero no corriendo, claro, los caracoles pueden hacer muchas cosas, pero correr, lo que se dice correr, pues no. Observaron lo que tenían: en el centro un abeto precioso, en las esquinas arbustos de tamaños variados y esparcidos por todo el jardín había montones de plantas rojas de navidad, más conocidas como Pascueros. ¡¡¡¡Esto es un verdadero sinapismo, Lola!!!!: dijo Isolino.¡¡¡ No nos va a dar tiempo a decorar esto antes del 24 de diciembre. Es mañana. No tenemos adornos para decorar¡¡¡¡. Ya verás como si¡¡¡¡ dijo Lola. Vamos a la cocina y verás.
Los dos se fueron juntos y comenzaron a coger todo tipo de utensilios (cucharones, cazuelas, ollas,…) Lola enseñó a Isolino a hacer Pirulates (piruletas de chocolates) con una receta muy antigua que le había dado la mamá de Lola. Una vez terminadas les ataron cintas de muchos colores y las colgaron en el abeto. Luego hicieron bombones rellenos de fresas y los envolvieron como si fuesen caramelos y los colocaron con sumo cuidado en los arbustos. Para terminar prepararon gelatina de hierbabuena y menta con forma de lazos y decoraron todas las plantas de Navidad.
Ahora sí que estaba bonito su jardín. El esfuerzo había merecido la pena!!! Mucho más bonito que si hubieran comprado los adornos.
Una excursión de caracoles curiosos que pasaba por allí, se quedaron maravillados al observar aquel precioso lugar. Preguntaron a Isolino y Lola, si podían entrar para poder comer algo de las delicias que colgaban por todo el jardín. Isolino y Lola respondieron al unísono: Claro que si, Navidad es tiempo para compartir”

16 de enero de 2012. Colegio Alauda 4º EPO.
Una vez que los caracoles pasaron un agradable rato, en aquel precioso jardín y probaron aquellos deliciosos bombones y caramelos, un caracol llamado Smith les anunció a Lola e Isolino muy preocupado:

– ¡Necesitamos vuestra ayuda! Unos viejos elefantes nos han contado todas vuestras aventuras y buenas acciones, y ahora que la Navidad llega a nosotros queremos que todos los habitantes del Universo sean felices. Y nos han llegado algunas noticias de que los habitantes de Estrellalandia han sido hechizados por una bruja malvada y la tristeza ha llegado a ellos en tiempos navideños. ¿Queréis acompañarnos?

Lola e Isolino no dudaron ni un momento en ayudar a aquellos preocupados caracoles.
No hallaban la manera de viajar a Estrellalandia, pero Lola recordó que los Reyes Magos de Oriente les dieron un poquito de magia para poder regresar del “País de los cuentos”. Ella que era muy precavida guardó un poquito de magia en un saquito y, seguidamente, se fue al Pascuero más grande y alto que había en el jardín, del que colgaban unas riquísimas piruletas de chocolate; esparció la magia real por todas las piruletas y todos comenzaron a probarlas y comérselas y, ¡¡¡¡zas!!!, en un abrir y cerrar de ojos habían llegado a su destino.

De repente, estaban allí, pero… ¡aquello no era el país que esperaban! Todo estaba oscuro y todos pensaban que, al ser el país de las Estrellas, todo brillaría con mucha luz y color, pero no era así. Ningún niño salía de su casa porque la bruja se había llevado todas las estrellas que adornaban los árboles y belenes de todas sus casas.

Lola, Isolino, Smith y los demás caracoles fueron a visitar al rey a su palacio, que brillaba más que el Sol, porque era el único lugar del país donde la bruja no se había atrevido a hechizar. El rey les dijo:

– La bruja malvada se ha apoderado de todas las estrellas que hacen brillar en Navidad las casas de los niños y ellos están tristes porque no podrán calentar al niño Jesús en sus entrañables portales de Belén.

– Pero, ¿la bruja ha dejado algún enigma para poder rescatar todas las estrellas? –preguntó Lola Pirindola.-

El rey les respondió que solamente había dejado una llave dorada y una nota que decía:
«En el palacio hallarás
todas las estrellas que nunca verás»

18 de enero de 2012. Clase Hadas y Duendes/Clase Peter Pan y Campanilla. 4 años Colegios Veles y Vents de Alfaz del Pi.

-¿Cómo vamos a encontrar las estrellas si no podemos verlas? -preguntó Lola.

Entonces Isolino comenzó a mover las antenas frenéticamente dándose golpecitos en el pecho.

-¡Claro! Eso es -Exclamó el caracol Smith- Las estrellas están en nuestro corazón!

Nuestros amigos se cogieron todos muy fuerte de las manos y apretaron mucho mucho hasta que el palacio comenzó a iluminarse de nuevo con lucecitas de todos los colores.
¡Qué contentos estaban! ¡Una vez más lo habían conseguido!

Después de esta extraordinaria aventura pasaron la Navidad, cada uno en su casa, por supuesto ya que todos sabemos que los caracoles llevan la casa a cuestas.Todos la pasaron con su familia, menos uno de los caracoles que como vivía tan lejos de sus papás y sus hermanitos, la pasó con Lola e Isolino, que le invitaron muy gustosamente, y lo pasaron de maravilla.
Llegó la vuelta al cole, y el viernes, cuando fueron al huerto, Lola se encontró con tooooodos sus amiguitos caracoles, que se estaban dando un festín con todas esas cosas tan ricas que los alumnos habían plantado allí.

-Ñam ñam, ¡Que rico éste rábano! y mejor aún esta zanahoria!!
-¿y eso que es? – preguntó uno de ellos- ¿se come?
-Noooooo,
Era una preciosa mariposa, rosa y lila, y tenía las alas tan grandes, que les llevó a todos volando en busca de una nueva aventura.
Desde lo mas alto, vieron un avión hecho con ese papel plateado que le ponemos a los bocadillos, coches voladores, y un avión pilotado por un conejo!, también vieron a su amiga Catalina, la Luna,fué un viaje la mar de divertido.

Al fin llegaron a un gran arco-iris, por el que se deslizaron como si fuera un tobogán y fueron a parar a un lugar increíble donde se respiraba la magia, y había un gran castillo hecho de oro, incluso el jardín estaba hecho de oro, la piscina de oro líquido y la comida de oro blandito con distintos sabores!
Les recibieron un simpático duende llamado Orejotas y un Hada llamada Daniela.

-¿Os apetece que os llevemos al País de Nunca Jamás?

Los caracoles se miraron y se preguntaron:
-¿No es allí donde viven campanilla y Peter Pan?
-Si, pero… allí también está el capitán Garfio- dijo el mas pequeño de los caracoles- y a mi me dá mucho miedo.

-No es malo, solo un poco gruñón, ¿os apetece o no?

23 de enero de 2012. CP Virgen del Portal, 5º.

¡¡¡Siiii!!! ¡Nos encantaría! –gritaron todos. Bueno, todos no, el pequeño Saltarín seguía asustado y saltó dentro de la mochila de Isolino. Sólo pensar en el Capitán Garfio se le ponían las antenas de punta.

El Hada Daniela, sacudió ligeramente su varita y de repente, apareció una nube de polvos mágicos dorados que envolvieron a todos. A su vez, el duende Orejotas comenzó a sacudir fuertemente sus orejas formando un precioso remolino de colores que les llevó volando rumbo al País de Nunca Jamás.

Muy pronto, debajo de ellos pudieron ver un gran barco y una vela gigantesca con una gran calavera. Se agarraron muy fuerte y… ¡Catapún! ¡Chispum!, cayeron de golpe justo en el camarote del pirata Smith.

Saltarín notó el gran golpe y abrió despacito la cremallera de la mochila. De repente, escuchó como se abría la puerta y entraban cinco o seis piratas charlando. Saltarín se asustó y gritó muy, muy fuerte: “¡SOCORRO!”

Los piratas, sorprendidos, cogieron a todos nuestros amigos y los llevaron delante del Capitán Garfio. Lola, Isolino y los demás estaban aterrorizados. Vieron como al Capitan le salía humo de las orejas de tan enfadado que estaba. El pobre loro que estaba en sus hombros, casi se convierte en un LOSADO( Loro asado).

-¿Cómo habéis llegado a mi barco? -preguntó.
-Queríamos visitar vuestro país, pero no queríamos molestar. Daniela nos ha ayudado -dijo Saltarín temblando.
-¡Esos malditos duendes! ¡Ya les cogeré y les daré su merecido! Pero de momento vosotros… ¡Vais a volar pero por la borda! ¡Tiradlos al mar!

Dos piratas, obedeciendo a Garfio, cogieron a Lola y a sus amigos y se dirigieron a la popa del barco para lanzarlos a los tiburones.

Todos gritaban:”¡Noo! ¡Por favoor! Mañana es San Antón y queríamos ver las hogueras de Maella. ¡No podemos perdérnoslas!”

Al oír los tremendos gritos Peter Pan y Campanilla aparecieron volando sobre el barco.
-¡Ayúdadnos! gritó Lola.
-¡Campanilla!¡Haz que puedan volar!

Cuando estaban a punto de salir volando, los piratas gritaron:
-¡Esperad! ¿Qué es eso de San Antón?
-Es una fiesta que se celebra todos los años y en la que los niños se lo pasan bomba escampando hogueras.
-¿Podemos ir con vosotros? ¡Estamos hartos de este capitán tan malhumorado!

Lola preguntó a los demás: ¿Dejamos que vengan?..

¡Genial! ya estás muy cerca. No vayáis a pensar que me ha dado la filoxera porque esto no son paparruchas.

25 de enero de 2012. Lucía e Inés Toraya. Grupo Extra.

Lola y sus amigos dijeron -¡Sí!- todos a la vez. Sabían que la compañía en los viajes siempre es agradable.
Por supuesto Campanilla también se apuntó, les echó unos polvos mágicos por encima a todos y se fueron volando hasta el Bajo Aragón- Villa de Maella, donde estaban celebrando la Fiesta de San Antón. Consiste en que Los vecinos de cada calle se unen para encender su propio fuego y reunirse a charlar en torno a él.
Todos nuestros amigos estaban encantados, son muy simpáticos en este pueblo.

Isolino se estaba aburriendo un poco, como no le entendían, no podía comunicarse con la gente del pueblo, sus amigos los caracoles se habían ido a comer jugosa hierba.
Y él decidió irse a dar un paseo, Lola nada mas darse cuenta le siguió.

Llegaron a un bosque que tenia mucha luz y en la entrada había un puente, y lo cruzaron, en ese mismo instante el bosque se oscureció, estaban muertos de miedo, pero de repente apareció una ardillita llamada Cotilla.

Enseguida entablaron conversación, Lola e Isolino le preguntaron por qué el bosque estaba tan oscuro, Cotilla les explicó:
Estábamos en el país de la luz, pero el Sol estaba dormido, porque la luna no quería irse a dormir, siempre estaba de fiesta y si la Luna no se acostaba el Sol no puede iluminar y estaban todos muy triste por vivir a oscuras.
– ¿Y cómo podemos ayudarte? -dijeron Lola e Isolino.
– Primero tenemos que convencer a la Luna de que se vaya a dormir, para poder despertar al Sol y que nos dé su luz. -dijo la Ardilla Cotilla.

Se dirigieron a donde sonaba la música, y allí encontraron a la Luna bailando, estaba ella sola porque todos los demás estaban durmiendo agotados.
– ¡Luna! ¡Luna!.- gritaron Lola e Isolino
– ¡Luna! ¡Luna!.- gritaban cada vez mas, pero como estaba la música tan alta no les oía.

Lola se dirigió al tocadiscos y lo desenchufó.
Luna se quedo un poco aturdida y le dijo a Lola -¡Eh! Tú, por qué me apagas la música¬

A Lola le sorprendió esa contestación, pero aun así le dijo muy amable y educada.- Por favor Luna, con esa música no dejas dormir a los habi….. –
Y antes de que hubiera terminado de hablar ¡Zas! ya había enchufado otra vez el tocadiscos a todo volumen.
Lola estaba que echaba humo, volvió a desenchufar el tocadiscos, y le dijo:

-En primer lugar, eres una maleducada, tienes la música a todo volumen, y andas molestando a todos los vecinos del bosque y….

Luna la interrumpió de nuevo y le dijo a Lola:
– ¡Y a mí que! ¡Eres un poco pesada!

Lola estalló furiosa, Isolino asustado se escondió en el caparazón, nunca había visto a Lola tan enfadadisima.
Lola se dirigió al tocadiscos y lo desenchufó de nuevo y le dijo a la Luna:

– Eres una egoísta, desconsiderada, respondona y encima no escuchas, a partir de ahora vas a bajar el volumen de tu música para dejar descansar a los demás, y cuando te toque la hora de dormir, a la cama, sin rechistar, para que el Sol pueda salir, conozco a Papa Noel y a los Reyes Magos y les voy a decir que el año que viene solo te traigan carbón, montañas y montañas de carbón.
Luna se asustó al ver a Lola tan furiosa, recapacitó, en el fondo no era mala, si no un poco alocada, comprendió que se había pasado y prometió a todos que no lo haría más y se fue a dormir sin decir ni una palabra.

En ese momento el Sol se despertó y como por arte de magia, todo el bosque se iluminó con una luz brillante, era un país maravilloso, todos los habitantes estaban muy contentos, y como agradecimiento hicieron una gran fiesta en su honor, tomaron chocolate, chuches y saltaron en los hinchables. Se lo pasaron genial.

Se despidieron de sus nuevos amigos y cruzaron el puente para dirigirse a…

30 de enero de 2012. Grupo extra Las Chicas girls. 3ºEP

… un pueblo al que nunca habían ido. Se llamaba Bruetas. Lola e Isolino empezaron a tener hambre y a estar cansados de tanto caminar. Se acercaba la noche y la luna Catalina ya empezaba a salir de nuevo.
– ¡Hola Catalina! ¿Desde allí arriba ves algún sitio dónde pasar la noche?- preguntó Lola.
– Si, os voy a iluminar el camino hacia un hotel pequeño. Está a un par de calles.
Lola e Isolino llamaron a la puerta del Hotelito de los Secretos. Era una casita hecha de piedras de colores con purpurina. Les abrió la puerta la dueña del hotel y les ofreció la mejor habitación que tenía, una que era redonda, con las paredes de color verde flojito y el techo azulado con estrellitas que se encendían y apagaban solas.
– Tenemos hambre, ¿teneis algo para comer?
– Por supuesto. Ya vereis cómo os va a gustar. Mis hijas os acompañarán al comedor y en seguida os llevo la cena- dijo la señora.
– Hola, somos Ingrid y Noa. Venid con nosotras- contestaron las dos princesitas- ¿Sabeis que estais en un pueblo especial?
– ¿Ah, sí? ¿Y por qué?- Lola ya se olía una nueva aventura.
– Vivimos en un pueblo lleno de secretos. ¡Nunca se acaban!- explicó Noa, la hermana mayor.
– Si. En el castillo de la colina están todas las historias del pueblo encerradas en las piedras- aclaró Ingrid.
Isolino movió sus antenas mientras mordisqueaba una hoja muy fresca de lechuga. Lola quiso saber más…¡era superinteresante!.
– Es un castillo muy especial. Las piedras tienen secretos y sólo los desvelan a quien ellas creen que lo merecen. Son piedras mágicas. Hace muchos años nuestra abuela fue a buscar flores y, las piedras que tocó para apoyarse, cambiaron de color y en cada una de ellas se dibujó una manzana- dijo Noa.
– Sí. Y mi abuela se fue a comprar manzanas y allí conoció a mi abuelo… y se enamoraron- contó Ingrid.
– ¿Y vosotras creeis que nos desvelarían algún secreto?- preguntó Lola.
– Mañana lo sabremos, ahora a dormir- habló la mamá.
Y cuándo se hizo de día, Lola, Isolino, Noa e Ingrid subieron hacia el castillo…

6 de febrero de 2012. Los Peques. Clase Mafalda.

El camino hacia el castillo, era bastante empinado.
Los senderos estaban cubiertos de nieve y hacia un frío tremendo, pero los cuatro estaban deseando conocer que secretos les tendrian guardados las piedras.
Al final del camino, el sol iluminaba el enorme castillo, que estaba en ruinas por algunos lados.
Todos entraron entusiasmados y comenzaron a tocar las piedras sin parar,pero nada, al tocarlas Lola no sucedió nada.
Con cara de tristeza se retiró y fue Isolino quien lo intentó esta vez, en su cara se reflejó la decepción, ¡tampoco ocurrio nada!
Entonces, decidieron irse de allí, estaba claro que las piedras no tenían nada que decirles a ellos, o es que a caso no eran merecedores de su magia.
Con los ánimos por los suelos se volvieron para marcharse, con tan mala suerte que resvalaron con la nieve y para no caer ambos apoyaron una mano contra el muro.
De repente…¡ooohhh! todo se iluminó con un millón de colores brillantes, las piedras dejaron ver un magnifico reloj que marcaba las 12:00, Lola e Isolino se miraron asombrados, nunca había visto un reloj como ese.
Preguntaron a Noa e Ingrid, si en el pueblo había un reloj como aquel.
-Sí, es igual que el de la estación.
-¿Está muy lejos de aquí?
-No, os acompañaremos
Cuando llegaron, justo debajo del reloj habia un cuadro con un paisaje nevado de Huesca. Eran las 11:45, lo habían conseguido habían llegado a tiempo.
Ahora sólo tenían que dirigirse a la taquilla para comprar los billetes que los llevarían hasta Huesca. No sabían qué encontrarían allí, pero seguro que hallarían una pista para continúar su aventura…

13 de febrero de 2012. Hadas y Duendes 4A Alfaz del Pi

Con los billetes en la mano, buscaron el tren al que debían montarse, estaban muy contentos de poder ir en busca de otra aventura, pero tan nerviosos que no conseguían encontrar el tren, menos mal que Isolino puso orden y los llevó a todos en fila y sin correr hasta el anden en el que les esperaba un revisor amable y muy bajito que les dijo:

-Aquí estáis, os estaba esperando, subir subir, que estamos a punto de salir.

Subieron al tren. Por su chimenea, salía un humo que olía de maravilla, como a ese puesto de las ferias en que hacen manzanas de carameloy algodones de azucar. además el tren estaba lleno de caramelos.
Durante el viaje, durmieron un ratito porque estaban muy cansados y se despertaron justo antes de llegar a su destino, cuando pasaron por un túnel precioso que brillaba mucho. Entonces, sonó una musiquita y pararon en un pueblo donde todo estaba nevado!!, parecía que hubieran echado nata sobre los arboles, sobre los tejados de las casas, y sobre los coches y montañas.
Lola Pirndola y sus amigos, jugaron con la nieve, tirandose bolas entre risas, y después decidieron irse a esquiar.
Allí se encontraron con Hello Kitty que tenía unos esquís que brillaban un montón entre la blanca nieve.
Le contaron la historia de las piedras que les habían hecho ir hasta allí, y entonces, Hello Kitty les dijo, que había oído que debajo de una piedra de por allí cerca había un tesoro.

-¿Un tesoro debajo de una piedra?- Preguntó Lola.
-Si, joyas, diamantes y pendientes. ¿ me acompañáis a buscarla?.

Unos se pusieron unos esquís y otros se subieron en un trineo de madera roja, y entonces fué cuando…

15 de febrero de 2012. CEIP LOS Peques. Clase Guille.

Una luz cegadora los dejó a todos inmóviles, sin saber que hacer.
Cuando sus ojos se acostumbraron un poco a aquel rayo de luz, pudieron comprobar que éste caía justo sobre Huesca. El pueblecito nevado en el que habían parado, estaba a escasa distancia. Lola dijo:
-Con el trineo y los esquís podremos llegar allí en poco tiempo. Por suerte, está todo nevado, y no tendremos que hacer ningún trayecto a pie.
-¿Vamos Kitty?.
-¡Claro!. No me perdería ésta aventura por nada del mundo, y además me muero por ver el tesoro.
-Pues…¡Adelante!, gritaron todos a la vez.
En menos tiempo que canta un gallo, nuestros amigos llegaron a Huesca. Al principio no sabían qué hacer, ni para donde ir, todo era tan grande… necesitaban una pista. De repente Isolino gritó:
-¡Mirad, mirad allí!.
Todos miraron hacia la dirección que Isolino marcaba con sus antenas y… Ohhhh!!!!! La Catedral se presentaba ante ellos de una forma realmente mágica. Estaba metida en una esfera gigante de cristal, y nevaba sólo sobre ella. Parecía un “nievador” que es como ellos llamaban a esos típicos souvenirs con forma de bola de cristal, que al agitarlos se mueve la nieve que tienen dentro.
-¡Jamás había visto algo tan bonito!, – dijo Lola aún con la boca abierta.
-¡Ni nosotras!, – dijeron las hermanas, sin poder apartar la vista del monumento.
Fue Isolino el que las hizo volver a la realidad diciendo:
-¡No perdamos más tiempo!. Está claro que sea lo que sea lo que estamos buscando, se encuentra en una de las piedras de la Catedral.
Y se pusieron en marcha, muy nerviosos, pues sabían que estaban cerca de hallar la solución.
Pero al llegar… ¡qué desilusión!, se encontraron con el problema de que no sabían cómo atravesar la gran esfera de cristal. Alrededor de ella había una gran cantidad de piedras atropadas, lo que hacía más difícil el acceso. ¡ Y tenían que entrar!, sabían que la Catedral escondía algo.

Pero de pronto…

20 de febrero de 2012. Ana y Vera. Alfaz del Pi

PATAPLAFF!
La pobre Lola cayó al suelo, los demás se asustaron un montón y fueron hasta ella:

-¿Estás bien Lola?
Tenía un gran chichón, y también le dolía mucho el brazo, pero se levantó y dijo:
-Tenemos que encontrar el tesoro.
-No Lola, lo primero es estar bien, eso es lo mas importante, así que te llevaremos al médico y el tesoro, lo puede seguir buscando Kitty o lo buscaremos otro día.

Lola no quería , le daba mucho miedo ir al médico. Creía que eran un poco raros, con esas batas blancas, pensaba que hacían daño y además te obligaban a tomar medicinas muy malas.

-No es así Lola, los medicos están para ayudarnos. A mi una vez se me rompió la concha , el médico me la curó y nunca mas me dolió.
Se ponen esa bata para estar limpitos, cómodos y poder guardar todos sus cachibaches de doctor en sus bolsillos.
Lola seguía sin querer ir, pero sus amigos la llevaron a un pequeño hospital que se llamaba: Hospital Princesa.

Entró asustada, y entonces salieron unas enfermeras muy simpáticas que se llamaban Amaia y Lorena y la llevaron a hacerse unas fotos del cuerpo por dentro, se llamaban radiografías y no dolían nada de nada.
Le llevaron hasta el doctor, que tenía una gran sonrisa y mientras le ponía hielo y una crema fresquita en el chichón, le dijo:

-Los doctores estudiamos todo lo que le puede pasar a tu cuerpo ,así si te pasa algo podemos ayudarte.

Enseñándole aquellas fotos mágicas le dijo:
-Lola, tienes el brazo roto, así que te voy a poner una escayola y dentro de unos días estarás perfectamente para seguir con tus aventuras.
Las enfermeras le dijeron:
-También tienes que tomarte ésta medicina, sólo cuando te digamos eh!
Lola no la quería, pensó que estaría malísima, pero, se sorprendió cuando al tomarse esa cucharadita resultó que sabía a helado de chocolate, a azúcar y a miel.

-Y además ya no me duele!¡Sois geniales! Ya nunca tendré miedo de ir al médico.
Todos se rieron.

Lorena y Amaia se despidieron regalándole un «pirulate», ya sabéis, una piruleta de chocolate.
Esa noche durmieron en la cabaña de madera de Hello Kitty, que les dijo:
-Tengo dos buenas noticias. Empieza el carnaval y además hemos encontrado el tesoro, estaba lleno de disfraces y de piedras mágicas que te regalaremos por haberte portado tan bien en el médico.

22 de febrero de 2012. 3º EPO Colegio Alauda, Córdoba.

A la mañana siguiente, cuando Lola ya había descansado de su última y accidentada aventura, decidieron ver todos los disfraces y piedras mágicas que Kitty había encontrado.

Isolino les contó que una vez su querido abuelo Onilino, le contó que había un lugar llamado “Gadilandia” donde todos los habitantes y forasteros que llegaban a aquel lugar, se disfrazaban por las calles y cantaban todos juntos canciones alegres.

Lola y Kitty se quedaron asombradas, pues nunca habían escuchado nada igual. Les hizo tanta ilusión que decidieron vestirse con aquellos divertidos disfraces.
Isolino se disfrazó de abeja, su caparazón era negro y amarillo, y como los caracoles tienen dos antenas no hizo falta que se las pusiera. ¡Parecía la auténtica abeja Maya!
Lola se disfrazó de pirata, pues Isolino les contó, que al lugar donde iban estaba bañado por el mar, y allí encontrarían barcos y carabelas de hace muchísimo tiempo. Quizás allí, podrían encontrar algún tesoro escondido…
Y, por último, Kitty se disfrazó de Ratita Presumida, con un vestido rojo lleno de purpurina y una cola muy larga y fina que terminaba con una estrella dorada, cuando la movía desprendía un polvito dorado que parecía mágico.

Una vez disfrazados tenían que buscar la manera de llegar a Gadilandia…
Lola se acordó de las piedras mágicas que Kitty había encontrado, las agitaron y… ¡cataplán!, Isolino se había convertido en una gigante abeja.
Lola y Kitty se montaron encima de él y comenzaron el viaje hacia aquel lugar maravilloso donde todos los niños y niñas iban disfrazados y montados en carrozas gigantes.
A mitad de camino, Isolino cada vez se iba haciendo más pequeño y, asustados, decidieron aterrizar en una nube, allí pensarían cómo seguir con su agitado camino.

-¿Qué podemos hacer? No podemos quedarnos aquí para siempre. –dijo Lola muy preocupada.-

Isolino le dijo a Kitty: -¡Mueve la colita mágica que llevas en tu disfraz!

-¡¡¡Sííí!!! ¡Qué buena idea! –dijo Lola.-

Kitty movió su colita y…

27 de febrero de 2012. Keira y Alexa. Grupo Extra La Nucía.

Y apuntando hacia el caracol que cada vez era mas y mas pequeño Zas!, disparó unos poderes mágicos que brillaban como la purpurina mas brillante que se ha visto jamás.

Isolino empezó a hacerse grande, pero… no mas grande, no volvió a ser esa abeja gigante, sino igual de grande que era antes.
Menos mal! volvió a ser normal, pero, seguían en aquella nube, (Por cierto las nubes de ese lugar eran muy curiosas, porque había una azul clarito y otra azul oscuro, una clarita, una oscura, y así todo el rato) Y ahora ¿cómo bajarían?

-Llamaremos a nuestra mariposa transportadora!-

La llamaron y vino enseguida.
Bajaron de la nube y volaron a “Gadilandia”.

-¡El abuelo de Isolino tenía razón!- dijo Kitty

Todo el mundo estaba disfrazado, habían payasos, gente que iba de gato, gatos vestidos de flores, y un montón mas de disfraces! Todos esperando a que empezara el gran carnaval.

-¿A qué esperamos? ¿porqué no empezamos ya?- preguntó Lola.

Y entonces fue cuando vieron llegar una gran mariposa en la que iban montadas las Monster High y el Rey U, que aterrizaban entre aplausos, y encuanto tocaron el suelo gritaron:
-¡Que empiece la fiesta!

Entonces, comenzaron a llover letras del cielo.
Un habitante de Gadilandia les dijo mientras se llenaba los bolsillos de letras:

-Debéis coger todas las letras que podáis y con ellas, tendréis que hacer una chirigota para el concurso!
-¿Chirigota?- preguntó Lola
-Si, creo que esas son las canciones alegres de carnaval a las que se refería mi abuelo Onilino!- contestó Isolino entusiasmado.

A Hello Kitty le encantaban los concursos, por eso se puso manos a la obra y empezó a cazar letras, para luego unirlas y formar una chirigota!!
-Correr, ayudarme, y formaremos la canción mas alegre del mundo!
Fue divertidisimo, lo pasaron genial. Y además ¿sabéis que? ¡Que ganaron una gran medalla carnavalera!
Pero de pronto, Isolino volvió a hacerse mas y mas pequeño!!…..

-¿Qué le estará pasando a Isolino?

5 de marzo de 2012. EI Arco Iris. Tudela de Duero, Valladolid

– Isolino, Isolino. ¿Qué te pasa?-preguntó nerviosa Lola.
– No lo sé, pero me estoy haciendo muy pequeñoooooooooooooo.
Mientras Isolino decía estas palabras, fue desapareciendo de la vista de Lola. Era tan, tan pequeño que no le veía.
– ¡Isolino!, ¡Isolino! ¿Dónde estás? ¡No te veo!-decía Lola-.
– ¡Encima de tu zapatoooooo!-gritaba Isolino.
– ¡Aaaaaaah! ¡Qué susto me has dado! Ya decía yo que notaba cosquillitas en mi pie… -dijo Lola ya más tranquila-. Será mejor que no te separes de mi hasta que descubramos qué te está ocurriendo.
Todos se pusieron a pensar qué le había pasado a Isolino:
– A lo mejor es una enfermedad un poco rara y si vamos al médico le puede curar-dijo Draculaura.
– Puede que haya comido poco y por eso, en vez de crecer, se hace más pequeño como un bebé-dijo Frankie Stein.
– Me parece que no, porque a Isolino le gusta comer de todo-dijo Lola-. Isolino ¿qué has comido en la fiesta?
– Pues, durante la lluvia de letras me he comido la letra e-confesó arrepentido el caracol-.
– ¡Oh, no!-exclamó el rey U-. ¿Era mayúscula o minúscula?
– Era minúscula-dijo Isolino-.
– Lo que me temía… Isolino, si te comes las letras de la lluvia, como son mágicas, te ocurren cosas mágicas. Cuando te comes una letra minúscula te haces más pequeño.
De repente, empezó otra vez la lluvia de letras. Lola decidió recoger las letras y meterlas en su cubo verde mágico o “Cubicuento”, un cubo que no tiene fondo y lleva guardado en su bolso.
– Recoged todas las letras que podáis, por favor-les pidió Lola-. Primero tenemos que atraparlas y luego hay que guardarlas en el cubo verde mágico. De este cubo salen todos los cuentos que cuentan los papás y las mamás por la noche a los niños y niñas de todo el mundo. ¡Es muy importante!
Todos se pusieron manos a la obra y recogieron todas las letras mayúsculas y minúsculas que cayeron del cielo. Cuando acabaron, decidieron resolver por fin el problema de Isolino.
– Creo que debes comerte esta letra «e» minúscula para que te cures-dijo Draculaura-.
Isolino se la comió y, ¿sabéis lo que pasó? Que se hizo todavía más pequeño y más pequeño. ¡Qué gran error! ¿Qué tipo de letra se tiene que comer para hacerse grande? Pues claro, una letra mayúscula. El Rey U le dijo a Isolino que subiera al “Cubicuento” para buscar una letra mayúscula. Encontró una «I» mayúscula y mordió un cachito, luego otra cachito y otro, hasta que se la terminó.
¿Sabéis qué ocurrió entonces? Que empezó a salir magia del cubo verde mágico, una magia que envolvió a Isolino en un remolino de estrellas y le devolvió a su tamaño normal.
– ¡Ha funcionado, ha funcionado!-gritaba Isolino-.
Lola e Isolino estaban contentísimos. Daban saltos de alegría. Fue una aventura genial en la que aprendieron que no estaba bien comer cosas del suelo y que hay que estudiar para conocer las letras mayúsculas y las minúsculas. Nunca se les olvidaría la lección.
Además, se llevaron con ellos de “Gadilandia” el “Cubicuento” repleto de letras, de donde salen los cuentos de todos los papás y mamás del mundo, ¿o se lo dejaron olvidado?

12 de marzo de 2012. Colegio San Agustín de Ceuta

como era de esperar, Lola, Kitty e Isolino, regresaron a casa con el Cubicuento. Estaban entusiasmados imaginando la cara que pondrían todos sus amigos y amigas del colegio cuando Lola comenzase a leer una historia detrás de otra.
Y llegó el gran día: Lola se levantó temprano, se lavó muy bien la cara y las manos antes de desayunar, se sentó en la mesa de la cocina dispuesta a tomarse un suculento desayuno, y…
-¡Oh!, ¡Dios mío!,
¡no me lo puedo creer!
En el día de mi “debut”
un diente se empieza a mover!- comenzó a gritar Lola.
– ¿y cual es el problema Lola?- preguntó su madre–. Por favor, tómate el desayuno, es bueno para ti. ¡Y deja de pensar en “churrimaqueos”!
– no mastico la tostada
porque estoy muy angustiada,
pues no veo conveniente
que hoy se me caiga el diente- respondió Lola.
– si no te alimentas bien, te sentirás débil: No podrás saltar, correr y jugar en el recreo- comenzó a explicarle su madre muy pacientemente-. Y cuando llegue el momento de tu “debut” como Cuenta-Cuentos, tampoco recordarás apenas nada, porque estarás cansada y hambrienta.
– pero mamá… ¿quién ha visto a un Cuenta Cuentos
con un diente en movimiento?
¿Dónde has visto a un cuentista
que necesite ir al dentista?
Así que Lola se fue al colegio con el estómago casi vacío y con un solo pensamiento en la cabeza: cómo contaría sus historias si ese diente llegara a caerse. Tras mucho meditar, llegó a una conclusión: ¡no haría nada que pusiera en peligro su boca!…; ni hablaría, ni cantaría, ni saltaría,… (no tenía idea del día tan aburrido que le esperaba)
Llegó la hora del recreo y su amiga Kitty se acercó:
– Lola, amiga, hoy estás desconocida. No has dicho ni una palabra en clase. ¿juegas con nosotros a las carreras?-
– ¡Oh no! Si me pego una “castaña”
mi pelo se enmaraña,
y pensando en “musarañas”
va mi diente, ¡y se me daña!- respondió Lola
Kitty volvió con sus amigos, y Lola pasó todo el recreo sola y aburrida.
Sonó el timbre y todos volvieron a sus clases. Al entrar en el aula se encontró con una sorpresa: era el cumpleaños de Isolino, y lo iba a celebrar con frutas deliciosas y galletas con sabor a canela.
– ¡Lola!, ¡Lola!, ¡amiga!. ¡Acércate a la mesa!- le llamó Isolino desde el fondo de la clase-. ¿Por qué no te unes a nosotros?- preguntó un tanto extrañado, pues sabía que a Lola le encantaba la fruta.
– ¡Oh no! No voy al cumpleaños
si en mi diente me hago daño.
Y no comeré galletas
porque se me mueve la paleta…
Y una vez más, Lola renunció a estar junto a sus amigos…
Llegó el momento en que contaría una de las historias del Cubicuento. Todos esperaban expectantes a que Lola comenzara a leer. En la clase reinaba el silencio…

-¡ejem, ejem…!- tosió Lola, y tomó aire para comenzar el relato-. Erazzze que´z ze era…
-¿qué te pasa en la boca Lola?- preguntó su señorita
-¡Oh no! Tanta atención he prestado
a este diente mutilado,
que sin fiesta y sin juegos
todo el día me he quedado.
Y con esto he aprendido
que por ser tan vanidosa,
todo lo que he conseguido
es quedar hasta chistosa…-

Lola había aprendido hoy una lección importante: Más adelante contaría las historias del Cubicuento…; ahora lo importante era aprovechar todo el tiempo posible junto a sus amigos, con ellos viviría toda clase de historias voladoras…

14 de marzo de 2012. Ceip Tierno Galván.

Al día siguiente, Lola fue al médico a quitarse la escayola y a que le miraran el diente que tanto le preocupaba. En el médico le dijeron que estaba muy bien y le dieron un libro de chistes para que hablara mucho y un bocadillo de “quesotún” para que se le cayera el diente y viniera el ratoncito Pérez de Chocolandia.
Esa misma noche con tanto chiste y bocadillo se le cayó el diente. Se acostó contentísima y al día siguiente se encontró debajo de la almohada una nota. No quiso leerla porque quería que estuviera Isolino delante.
Así que llegó al cole y todos le estaban esperando con el Cubicuento. Ella metió la mano y rápidamente empezaron a formarse palabras, frases y como no… cuentos. Pero Oh… qué ocurría, ¡qué divertido!, los títulos estaban cambiados y resulta que los títulos quedaban así:
Las tres cerditas, La patita fea, El bello durmiente, Caperucito y la loba, Doña Quijota de la Mancha, Platera y Yo, La Principita, Petra y la loba, Ceniciento, BloncoNieves y las siete enanitas, El sirenito, La reina leona, Ricitos de oro y las tres osas, La gata con botas, Pinocha y El bello y el bestio.
Todos se divirtieron un montón con esos cuentos tan originales. Llegó la hora del recreo y fueron Lola e Isolino a leer la nota del ratoncito Pérez cuando de repente vieron a unas personas de chocolate jugando al fútbol y al baloncesto porque resulta que era el regalo del ratoncito. Eran personajes de Chocolandia que iban a jugar con ellos. ¡Menudo regalo!
Estuvieron corriendo y corriendo pero empezó a salir el sol y los personajes comenzaron a derretirse. Todos empezaron a pensar qué podían hacer y llamaron a Dª Nevera , quien pensó que los metería un rato y con unas palabras mágicas: “chocolatín, chocolatín quedaros para siempre aquí” los convertiría para siempre en figuras de chocolate pero sin derretirse.

Estos se pusieron muy contentos y les regalaron un botón de chocolate a todos los niños del colegio pero inesperadamente ocurrió que…

20 de marzo de 2012. CRA Benavites. Classe dels exploradors i exploradores de Quart de les Valls.

¡Sorpresa!
De repente, por la puerta del patio se escucha una música cada vez más y más fuerte, era la banda de músicos que entraba al patio, los niños y las niñas que estaban jugando se pusieron a bailar sin poder parar.
Los botones de chocolate que les había regalado el Ratoncito Pérez, comenzaron a cobrar vida, gracias a la música y todos ellos se juntaron en una danza mágica.
Lola, sus amigos y amigas, estaban admirados y felices.
-¿Cómo era posible lo que estaba sucediendo?
La magia de la música y la danza hacía que los botones de chocolate se transformaran, poco a poco, en los “ninots” de una gran falla.
Cuando paró la música los “ninots” estaban ya terminados para su montaje en un monumento fallero.
Era el momento para hacer la FALLA:
-Lola invitó a Isolino,
-Isolino invitó a Kitty,
-Kitty invitó a Draculaura.
-Draculaura invitó a Frankie Stein.
Todos se pusieron manos a la obra, iban a construir la falla más grande y más bonita de todos los colegios.
-Yo tengo una idea –dijo Isolino- la figura central será el Sol y estará rodeada por todos los planetas del Sistema Solar.
Llegó la noche y todos estaban preparados para quemar la falla, Lola, Kitty y Frankie Stein habían guardado una ¡Supersorpresa! ¡Un castillo de fuegos artificiales!:
Palmeras de todos los colores, luces, lluvia de estrellas, ¡qué bonito..!

Y mientras se quemaba la falla y las palmeras de colores llenaban el cielo, Lola e Isolino, como grandes exploradores del Universo, se subieron a una “carcasa”, llegando en pocos segundos al planeta Savenep donde encontraron…

26 de marzo de 2012. 1ºEP Colegio Helios, La Eliana, Valencia.

Gran cantidad de “savenepinos” ,que eran los habitantes de aquel pequeño planeta. Lola e Isolino, al ver a aquellos habitantes, se quedaron asombrados. Estaban hechos de diferentes tipos de dulces, como piruletas de corazón, tartas de chocolate, fresones, cerezas… Lola, al verlos, quiso acercarse a ellos para conocerlos mejor. A Isolino no le hacía mucha gracia ya que no los conocía de nada, pero no se negó.
Lola les dijo:
– ¡Hola, queridos savenepinos! Mi nombre es Lola Pirindola y este caracol es mi amigo Isolino. Acabamos de aterrizar en vuestro planeta y no conocemos nada de él. Solo sabemos que se llama Savenep porque hemos visto en la entrada un maravilloso cartel hecho con trufas de chocolate en el que lo pone. Y también que se respira un aroma muy especial a gominolas variadas. Pero, vosotros os llamareis de alguna forma, ¿no? Tendréis nombre… ¿Cómo os llamáis?
Lola estaba emocionada y maravillada con todo lo que estaba viendo y oliendo. Uno de los habitantes, el que parecía el alcalde de aquel planeta, les dijo a Lola y a Isolino:
– Sí. Mi nombre es Pirulón y mis amigos se llaman Dulzón, Comilón, Melón, Trufón, Natita, Galletina y Fresona. Vivimos aquí desde hace muchos años. Somos los fabricantes de todos los dulces y gominolas de este universo.¡Mirad, venid conmigo!
Lola e Isolino tenían un poquito de miedo porque no sabían hacía dónde les conducía Pirulón. Pero el miedo se transformó en alegría cuando llegaron a una fabulosa fábrica hecha con dulces de todo tipo. Parecía la casita de chocolate de Hansel y Gretel pero mucho más grande.¡Era preciosa! Además, sonaba de fondo una música marchosa que incitaba a bailar durante horas y horas. Los trabajadores de aquella maravillosa fábrica estaban hechos con diferentes tipos de “chuches”, como las que podemos encontrar en las tiendas de dulces de nuestro planeta. Pirulón, Comilón y Fresona les enseñaron la fábrica y les dieron a probar un nuevo dulce que estaban fabricando, se llamaba “Convichucli” que es un tipo de chicle que cuando se masca se convierte en lo que tú quieres.
Por la tarde, como regalo de bienvenida, Pirulón les organizó una gran fiesta. Pero a esta fiesta no podían faltar todos sus amigos, Kitty, Frankie, Arenita, Bob… Entonces, Pirulón tuvo una gran idea, fabricar un enorme “Colajet” . Un Colajet es un sabrosísimo helado de limón y cola con forma de cohete que lanzaron al espacio y fue directo a recogerlos. En pocos minutos llegaron a Savenep dispuestos a disfrutar de la gran fiesta.
En esta, por supuesto, no podían faltar los dulces y las bebidas refrescantes de diferentes colores. Además, sonaba una magnífica música acompañada de aquel olor tan especial que Lola había notado al llegar a este mágico planeta. El olor provenía de un instrumento musical de viento llamado “Chirupita” que ,al tocarlo, desprende un aroma especial a gominolas. Pronto empezaron a bailar al ritmo de “Cliclaclot” que es una composición musical que se realiza chasqueando los dedos. Pero, mientras disfrutaban de la magnifica fiesta, un ruido inesperado desató lo temible…

27 de marzo. Agustí, Leo y Andrea desde el Hospital de Tortosa.

No os podéis imaginar qué apareció de pronto; nada menos que ¡el monstruo del Lago Ness!
Y podríais pensar ¿cómo puede ser eso? El monstruo del Lago Ness debería estar en su propio lago y no en Savinep.
¡Menudo susto! Era un monstruo con una cola larga, larga y una cabeza tan grande como un autobús de dos pisos, por lo menos. Apareció en medio de la pista de baile y todos salieron corriendo a esconderse. Fue entonces cuando el monstruo comenzó a mover la cola al ritmo del Cliclaclot.
-¡Vamos, no parece peligroso! -se animó Lola que, como ya sabéis, es muy intrépida.
Isolino se escondió en su casa, no le parecía buena idea acercarse a un animal tan grandote.
-¿Qué haces aquí, monstruo? -Le preguntó Lola.
El monstruo paró de pronto de bailar.
-Hemos venido hasta aquí al escuchar la música.
-¿Hemos? -le interrumpió Lola.
– Sí, chanclas y yo. Se arrimó a un lado y apareció un gato naranja con unas chanclas plateadas y verdes.
-Y, ¿a qué habéis venido?
– A entrenar . -Le dijo el monstruo. Vivimos en el lago de la Mikicola, una bebida muy refrescante que les encanta a los savenepinos. El problema es que para que salgan burbujas hay que removerlo mucho y como hace tiempo que nadie se baña, se nos está acabando el refresco.
-¡Nosotros podemos ayudaros! -se entusiasmó Lola.
Isolino salió de su caparazón, la idea de darse un remojón en algo fresquito le entusiasmaba. Además, nunca había probado un baño con burbujas.
El monstruo consiguió chanclas mágicas para todos porque, no se puede entrar al Lago Ness sin chanclas.¡ Isolino acabó poniéndoselas en las antenas!
De camino al lago, Lola se encontró con dos nuevos amigos que estaban recogiendo nubes de fresa y nata de un árbol cercano. Eran Agustí y Leo, dos niños la mar de alegres que se unieron a la fiesta sin pensarlo dos veces.
-Vamos a necesitar una buena canción para hacer el baile de la Mikicola en el lago -dijo el gato chanclas.
-¡Eso no es problema! -contestaron Agustí y Leo, que además de alegres eran unos estupendos cantarines.
Hicieron un gran corro y entre todos inventaron esta canción:
«Lola Pirindola y el monstruo del Lago Ness,
no para ni un momento de mover los pies.
Isolino el caracol tiene que hacer el pino
porque no le caben la chancla en su cuerpo de pepino.
Menos mal que encontramos a Leo y Agustí
para alegrarnos la fiesta a vosotros y a mí».

Y cantando, bailando, bailando y cantando se pasaron toda la tarde. Entonces, Agustí vio algo brillante en el fondo del lago.
-¿Habéis visto eso? -preguntó a todos.
-Vayamos a mirar -propuso Leo.
Y con unas botellas de chinoconagua (que son las que se necesitan para bajar a las profundidades en Savinep) bajaron a las profundidades bajo la atenta mirada de Lola y el resto de amigos.
Un vez abajo, encontraron un enorme cofre con candado dorado y brillante.
¿Cómo conseguirán abrir el cofre nuestros amigo? y lo más interesante ¿qué esconderá el cofre del lago?

2 de abril de 2012. 2ºEPO Colegio Alauda.

Todos se quedaron asombrados al ver aquel hermoso cofre, su candado brillaba tanto que se parecía al mismísimo astro Sol. Lola e Isolino jamás habían visto algo igual. Intentaron coger entre todos el cofre, pero no podían… ¡pesaba demasiado! Entonces, Lola les propuso a todos que se movieran y bailaran al ritmo de «ciclason» (que era igual que el ciclaclot pero con melodía), para que el lago Mikola se llenara de burbujas y pudieran cogerlo. Isolino movió sus antenas, Lola empezó a dar muchas vueltas, Agustí y Leo agitaron sus manos, y el monstruo movió su enorme cola. De repente, el cofre empezó a levantarse del suelo y qué sorpresa se llevaron… ¡debajo del cofre había un mapa!

Lola dijo sorprendida: -¡¡¡Un mapa, hay un mapa!!!

-¡Síí! ¡Estamos salvados! –gritó Isolino-.

Chanclas, que también les acompañaba y se conocía el lago a las mil maravillas, bajó hasta el fondo y lo cogió. Tenía forma de galleta, olía genial y en él ponía: “La llave la encontrarás, en el fondo del mar, y a un amigo delfín verás, si con cuidado vas”.

Lola e Isolino se quedaron sin palabras, pues no conocían el lago, ni mucho menos a sus habitantes.

Entonces el monstruo del Lago Ness se acordó que un día, en el cole, su profesora que se llamaba “Nessilina”, les contó una historia de un delfín que vivía en un lago y era muy sabio, pero ningún habitante lo había visto jamás.

Todos decidieron empezar a buscarlo. Por el camino, se encontraron a una tortuga, a un caballito de mar… pero ninguno había visto al delfín. Ya cansados de nadar, se encontraron con una langosta parlanchina que se llamaba “Langostín” y les dijo que llevaba un rato siguiéndolos y que él sabía dónde encontrar al sabio delfín. Les contó que, para encontrarlo, deberían pasar por unas rocas tortuosas y empinadas, y por un gigante malhumorado y hambriento que vivía en una cueva.

-¿Estáis preparados? –preguntó Langostín-.

-Claro que sí, nada nos da miedo, además estamos acostumbrados a estas aventuras, aunque… ¡nunca hemos conocido a un gigante! –dijo Lola un poco asustada-.

Todos juntos comenzaron el viaje, estaban ansiosos de encontrar y conocer al sabio delfín. Cuando llegaron a las empinadas rocas…

23 de abril de 2012. 1º,2º y 3º de Educación Infantil. Colegio “Sagrado Corazón”. San Javier, Murcia.

Se sentaron un rato a descansar, ya que no habían parado en todo el viaje. En el descanso, miraron a su alrededor y vieron lo precioso que era todo el lago.

-¡Mirad!- dijo Lola muy emocionada. Langostín nos dijo que teníamos que pasar unas rocas y encontrar una cueva, ¿no?
-Sí – dijeron sus amiguitos.
-Pues me parece que estoy viendo la entrada de la cueva allí, ¿vosotros la veis? Vamos a acercarnos.

Poco a poco fueron a la entrada de la cueva sin darse cuenta de que el gigante estaba fuera esperando a que ellos llegaran. Estaba escondido para que no le vieran, porque tenía mucha hambre, asi que, en cuanto aparecieron nuestros amiguitos, se los fue comiendo uno a uno sin que los demás se dieran cuenta. El gigante ya se había comido a Fresona, Galletina, Natita, Trufón, Melón, Comilón y a Dulzón cuando de repente se atragantó y empezó a tose muy fuerte. Lola e Isolino lo escucharon y vieron donde estaba el gigante, así que pudieron escapar corriendo con todas sus fuerzas, incluso corrían más que los coches.
Con el susto todavía en el cuerpo, siguieron nadando para encontrar al delfín, hasta que vieron a una medusa y detrás……¿qué era eso?, ¿un barco?, ¿una casa?…..¡No! Era un submarino, “Isaac Peral”, y dentro estaba el delfín. Que contentos se pusieron al ver que estaba el delfín allí, pero ¡cuidado, que se va! Corrieron todo lo que pudieron para hablar con él y le pidieron por favor que saliera.

-¡Señor delfín, señor delfín! Dijo Lola, ¿dónde está la llave, matarile rile rile? ¿dónde está la llave, matarile rile rilerón chimpón?
-Y el señor delfín dijo: En el fondo del mar matarile rile rile, en el fondo del mar matarile rile ron chimpón.
-Lola preguntó: ¿quién irá a buscarla matarile rile rile? ¿Quién irá a buscarla matarile rile ron chimpón?
-Isolino y tú, id a buscarla en aquella dirección y la encontraréis- añadió el delfín.

De esta manera Lola e Isolino encontraron la llave, así que fueron a abrir el cofre. Cuando llegaron fuera, abrieron rápidamente el tesoro y encontraron…¡un cepillo de dientes y un bote de pasta! Al lado había una nota que decía:

TENER UN CEPILLO Y PASTA DE DIENTES
EN ESTE PAÍS ES UN GRAN TESORO,
PORQUE CON TANTAS CHUCHES
POCO A POCO MI BOCA EMPEORO.

Lola e Isolino se dieron cuenta de que la nota tenía razón, por eso fueron a lavarse los dientes y después volvieron a la fiesta a contarle a todo el mundo lo que había pasado. Pero, ¡no había nadie en la fiesta!

-¿Qué ha pasado aquí Isolino?, se preguntó Lola.

17 thoughts on “El Cuento Volador II Ed.

  1. El problema del elefante Grandón es que se la caído la trompa al suelo! pero no pasa nada… que en la clase tenemos tiritas muy bonitas de dibujitos, y se las ponemos alrededor de la trompa para que se le vuelva a pegar. Mis alumnos sospechan que este problema es debido a que este elefante no vive en libertad. Pero para eso también tenemos la solución: uno de mis alumnos ofrece el patio de su casa para que viva con él….

  2. ¿Encontrarán Lola Pirindola, Isolino y su especial tripulación de pezniños el tesoro escondido? Pronto lo sabremos..

    Qué emoción esperar qué pasará…
    Ánimo a los próximos escritores, han dado buenas ideas para continuar nuestros amigos de Ceuta.

    Un saludo desde Getafe!

  3. Propuesta de mis alumnos/as: podéis refugiaros en el puerto más cercano hasta que pase la tormenta (que casualmente es el puerto de Ceuta)… Mientras tanto, podemos ayudar a Lolapirindola e Isolino a encontrar el tesoro

  4. Mis alumnos/as tiene una propuesta: tratándose de una isla que surge al lado de una llamada «Hierro», consideran que ésta debería llamarse «yerrazo» ya que nos encontraremos con el doble de este material. Otros me han propuesto que se llame «Islo» y así se puede hacer novio de «Isla» (Isla del Hierro)

  5. Creo que le hemos dado un aire de aventura intrépida al cuento, esperamos que les guste y que los que sigan detrás puedan utilizar todo lo que pusimos en la mochila de lola para la expedición, nuestros alumnos esperan ver que pasa!

  6. ¡Estamos seguros de que esta receta de la felicidad sabe a chicle de fresa! La elaboraremos en clase y ya veremos qué bien sabe….

  7. Ha sido superguay el trocito de cuento dl colegio Los Tilos. Ha remos la receta en casa y sobre todo en nuestra clase y así seremos felices siempre..besos.

  8. Lo que más nos ha gustado de vuestro cuento es lo solidarios que han sido todos con Arenita porque se han dado cuenta de que ella necesitaba ayuda y van a intertar que esté contenta. Besitos.

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